DE TATSUKI FUJIMOTO, AUTOR DE CHAINSAW MAN

Yûta obedece con diligencia y, cuando su madre fallece, decide hacer una película con ese metraje y proyectarla en su escuela. No obstante, a las imágenes reales les añade elementos de fantasía, lo que provoca una reacción masiva en contra. Toda la escuela le critica, enfadada por haberse burlado de la muerte de su madre. Deprimido por ello, Yûta decide quitarse la vida. Pero, cuando está a punto de hacerlo, conoce a una chica llamada Eri que alaba su trabajo, lo que termina invitando a ambos a ir estrechando lazos. La amistad de Yûta y Eri nace de su pasión compartida por el cine y, en última instancia, de su deseo mutuo de crear una película que pueda contar sus historias. La historia de Yûta comienza al principio, cuando su madre le pide que la filme hasta que muera y continúa con su encuentro con Eri, que en esta segunda película de Yûta actúa como una chica vampiro. En ella, la vampiresa arrastra al protagonista a un edificio abandonado para ver un montón de películas.

A pesar de ser inmortal, la vampiresa tiene una enfermedad terminal, por lo que le pide al protagonista que grabe una película sobre ella. Algo en lo que precisamente destaca Yûta: en ser capaz de mezclar realidad y fantasía. Lo que él no sabe es que la historia de la chica vampiro que aparentemente ha creado es quizás más real de lo que creía.